martes, 29 de abril de 2014

La moda es un juego obligatorio para las mujeres

La periodista inglesa Caitlin Moran dedica un capítulo de su libro Cómo ser mujer al temita de la moda. Con mucha ironía reflexiona sobre el impacto que ésta tiene en la vida diaria de las mujeres. Además de este capítulo en particular, éste es un libro que recomiendo a mis mejores amigas, a personas que quiero. Por eso a ustedes también les digo: lean a Caitlin Moran.  

En todas las páginas me encontré con frases que me hicieron pensar, como ésta: "En el caso de las mujeres, lo que parecemos se considera generalmente sinónimo de lo que somos; y por ese motivo, nuestro aspecto sigue dictando lo que sucederá a continuación. Cuando una mujer dice "¡No tengo nada que ponerme!", lo que realmente está diciendo es "No tengo nada que me haga ser quien se supone que debo ser hoy". 

A nosotras (las mujeres) se nos suele juzgar por la apariencia de una manera mucho más exigente que a los hombres. Nosotras, además de mujeres, también somos flacas, gordas, rubias, morochas, bien vestidas, mal vestidas, con lindo pelo, con pelo horrible. Y si son los adjetivos catalogados como 'negativos' los que nos definen, además somos señaladas como gruñonas, machonas, sucias o dejadas.  

"¿Se preocuparían las mujeres tanto de su aspecto, y de a quién le gustan, si éste no continuara siendo el principal punto para valorarlas?", se pregunta Moran. La respuesta puede ser engañosa: mientras muchos aseguran que está en la 'naturaleza' femenina ser coquetas, yo me inclinaría por pensar que verse siempre fabulosa es una imposición cultural.  

No es sorpresivo que haya tantas revistas de moda dedicadas a las mujeres. Se nos obliga a vestir siempre lo último, a cambiar el look como tal o cual famosa, a pintar los labios de rojo porque es lo que va. Claro que es una obligación creada por la misma industria de la moda, una obligación necesaria para renovarse y, consecuentemente, subsistir. 

"Lo mejor de la moda es que sea un juego. Pero para las mujeres es un juego obligatorio", opina Moran. ¿No hay salida, entonces? Claro que sí. Si la moda es un juego, tratemos de encontrarle siempre el costado lúdico y descartemos el de las reglas. Eso es lo que yo hago y la paso bastante bien.



"La moda es un juego obligatorio para las mujeres"


lunes, 21 de abril de 2014

Felisa Pinto sobre la idea de lo falso

Porque soy una convencida de que las buenas cosas se comparten, les acerco este pedacito de "Retrato de una dama", texto del libro Plano Americano de la escritora argentina Leila Guerriero, editado por Ediciones Universidad Diego Portales. Debo admitir que estoy un poco obsesionada con Guerriero y con los personajes que elige describir, pero ese es otro tema.

Coco Chanel opinaba que la copia era una forma de halago, ella celebraba que su idea original estuviese en el placard de la señora que no podía costear uno verdadero. Y si alguien tuvo espalda para haber opinado de esa manera, fue Coco Chanel: su histórico trajecito es y ha sido plagiado hasta el hartazgo. La periodista Felisa Pinto, considerada la primera cronista de moda de la Argentina, concuerda:

"Yo nunca he sido consumista. Los japoneses me gustan todos, y aunque nunca pude tener nada porque son carísimos, me he comprado varios falsos Miyakes. La idea de lo falso me parece genial. Me parece un acto de generosidad del que lo hace y del que permite que lo hagan. Yo tengo dos carteras Chanel compradas a los negros africanos de la plaza Venecia que son de una belleza absoluta. Lo verdaderamente falso me parece valioso y si es un falso muy mal hecho me parece una ironía y me parece divertido. Yo voy al barrio Chino de Nueva York y me parece lo máximo. Ahí estoy con el consumo porque no me parece inmoral. Me parece festivo, celebratorio. En cambio especular con el valor de las cosas, la ostentación de la riqueza, siempre me pareció asqueroso. Es como con la gente. A mí me interesa la persona como persona, no como símbolo. Si es rico y es un boludo, me parece un boludo. Y si es pobre y es un boludo, también me parece un boludo".

Interesante, para pensar, ¿no es verdad? Estoy de acuerdo con Pinto en que es inmoral gastar 10 mil dólares en una cartera, más no en una que vale 100 dólares. Ahora, para que la copia no peque de indecente - ilegal lo será siempre -, el consumidor debe estar al tanto de que no es una idea original. 

¿Qué piensan? Los leo. 



Fotos de Harper's Bazaar Argentina



Felisa Pinto y Pablo Picasso


Victoria Lescano presenta su libro 'Letras Hilvanadas' junto a Felisa Pinto y Pablo Ramírez

Letras hilvanadas, el nuevo libro de la periodista especializada en moda Victoria Lescano, en el que indaga en la vestimenta de los personajes de la literatura argentina, se presentará mañana a las 19 en la galería Foster Catena (Honduras 4882). Lescano estará acompañada por la gran periodista de moda Felisa Pinto y el diseñador Pablo Ramírez. Un lujo total. 

En este ensayo, publicado por Mardulce, Lescano se sumerge en algunos de los títulos más relevantes de las letras locales para brindar un lúcido análisis de indumentarias, vestimentas y estilos.

Roberto Arlt, Manuel Puig, César Aira, las hermanas Silvina y Victoria Ocampo, Lucio Mansilla, Adolfo Bioy Casares, Fray Mocho y Hebe Uhart son algunas de las plumas en las que Lescano (1968) -autora de "Followers of fashion" y "Prêt-à-Rocker"- pone el foco para iluminar un costado pocas veces explorado en el mundo editorial.

Para la autora, pensar las vidrieras de los negocios de medias que fascinan a Arlt en "El juguete Rabioso", la factoría de plumas en "Ema la cautiva" de Aira bajo el modo de los usos y costumbres drag (estética andrógina), o el cuarto infantil de la pequeña Victoria Ocampo convertido en pasarela de moda a lo Chanel, es un modo de entrever la literatura argentina como un largo recorrido de excentricidades y prosas radicales.

Pulseras, dijes, botones, bastones, galeras, polainas, prismáticos, camelias en el ojal, guantes blancos y capas son sólo algunos de los elementos del universo de la moda que se suceden a lo largo de los doce capítulos de este libro.


Fuente: Télam



miércoles, 16 de abril de 2014

El juego de las diferencias

El martes a la tardecita, luego de salir de la redacción y pasar por casa a merendar, salí decidida a comprarme dos sweaters para que el invierno no me encuentre con la guardia baja. Vivo a cuatro cuadras del shopping Abasto, por lo que lo más cómodo es - siempre - ver qué hay de nuevo en Zara.

Iba caminando por Anchorena cuando pasé por Alma Zen, una feria americana que solía frecuentar y que hacía mucho no visitaba. Me detuve en la puerta de vidrio, la dueña me vió y sonrió como dándome la bienvenida, pero igual seguí. Llegué a la esquina y algo me hizo volver. Quizás la nostalgia. 

Toqué timbre, me atendió Cecilia - la dueña - y en forma de 'hola' le dije: "Al final, tuve que volver". Se rió. "Quiero ver sweaters", le indiqué. Creo que a veces, el problema de marearse en las ferias americanas es no saber qué se está buscando, por eso antes de comenzar a divagar y ver absolutamente todo, tiré la directiva. 

Me señaló cuatro estantes repletos de sweaters: gruesos, con flores, finitos, escoceses, de hilo, de lana. Seleccioné tres para llevarme al probador: me gustó uno. Pagué 140 pesos por él. Saludé a Carolina - que mientras me cobraba le daba de comer a su beba de tres meses -, salí de la tienda y me fui al Abasto, feliz conmigo misma por haber encontrado semejante ganga. En Zara encontré un sweater muy distinto, me lo probé, me gustó, pagué 530  y emprendí el regreso.

Cuando llegué a casa y me los volví a probar - algo que siempre hago si es que ya no me lo llevo puesto de la tienda -, me di cuenta que si uno no supiera cuál es de feria y cuál no, sería casi imposible diferenciarlos. Por eso los desafío: ¿qué sweater es vintage y cuál es el nuevo? 





viernes, 11 de abril de 2014

Moda masculina en GQ Latinoamérica

Comparto con ustedes mi nota sobre las nuevas propuestas masculinas que se vieron en Bafweek. Pueden encontrarla en la edición de abril de GQ México y Latinoamérica.



martes, 8 de abril de 2014

Pablo Ramírez presentó Bien Común, su colección invierno 2014

Los más prestigiosos diseñadores suelen ser los que cierran las semanas de la moda de aquí y del mundo. Por eso no sorprende que haya sido Pablo Ramírez el elegido para coronar cinco días de desfiles en el Tattersall de Palermo, en el marco de la quinta edición de Designers Look Ba.

El diseñador - que en 2000 debutó con su propia marca homónima - presentó una colección invernal compuesta por básicos: la camisa blanca, el trench, la capa, el smoking y el vestidito negro. Todas prendas que visten a una Audrey Hepburn del Siglo XXI. Los zapatos fueron de Nikka N, la marca de la modelo Nicole Neumann.  

Cuatro semanas fue lo que tardó Pablo Ramírez en pensar y llevar a cabo 'Bien Común'. Estuvo dos meses en París haciendo vestuarios, llegó a Buenos Aires, confirmó la fecha del desfile y puso manos a la obra. En apenas un mes, Ramírez y su equipo lograron presentar una colección de perfecta confección, con una sofisticada atemporalidad y buen gusto, cualidades que son una constante en sus diseños. 

El éxito de Ramírez radica, entre otras cosas, en que él diseña para todas las mujeres. Su ropa puede vestir a una joven de 20 y también a una de 80. "Yo no sigo las tendencias, mi punto de partida es siempre el cuerpo femenino. Lo que quise mostrar son prendas que puedan embellecer a diferentes tipos de cuerpos. Propongo cinco ítems que son clásicos y te visten", me dijo luego del desfile. 

Si bien Ramírez siempre se apoya en el negro y en líneas puras, nunca se repite. "Intento evolucionar con mi trabajo. Pruebo algo y después puedo hacer una mejor versión de esa misma prenda. Por ahí hay cosas que me aburren, una temporada voy hacia un lado y la próxima elijo lo contrario", explica. 

Negro, siempre negro. Desde que comenzó, Ramírez se apoya en su color fetiche porque con el negro no hay distracción, no hay excusa. "Vestida de negro se puede ser ama de casa, y mucama y monja y sexy. El mismo vestido te puede remitir a universos opuestos. El negro es como la hoja en blanco que te permite escribir la historia que quieras. El negro te despoja. Te cubre y te desnuda", le dijo a la escritora argentina Leila Guerriero. 

Ramírez es un referente en la escena de la moda local y uno de los más reconocidos a nivel mundial. El sabe el peso que su opinión tiene, se hace cargo, pero lo sufre: "Por mi personalidad, ser un diseñador consagrado me parece una gran responsabilidad. Yo soy de los torturados". 

Fotos: DMAG












lunes, 7 de abril de 2014

¿Por qué la ropa de invierno está tan cara?

Días lluviosos y grises, hojas secas en la vereda y un vientito fresco: el otoño finalmente llegó y con él, la ropa de las nuevas colecciones invernales. En las vidrieras vemos sweaters, tapados, chaquetas, pantalones y botas, prendas que nos protegen del frío que se avecina. Queremos comprar todo, pero es imposible no horrorizarse por los precios. 

La industria textil reconoció las alzas y el aumento que hoy vemos en las vidrieras es de hasta un 40% en relación a la temporada anterior. Para tratar de entender por qué subren los precios, el diario Clarín explicó cómo se compone el valor de una prenda. Un jean, por ejemplo: del total del precio, el 15,4% corresponde al costo de fabricación, el 19,4% al desarrollo de marca (es decir, diseño, moldería, marketing), el 26,9% son impuestos y el 38,3% refiere al desarrollo comercial y financiero. En otras palabras, lo que hace engordar el valor de una prenda es el último ítem, que incluye la llave para entrar al shopping, el alquiler, la comisión inmobiliaria y los sueldos. 

Estos datos corresponden al último relevamiento de la Fundación Pro Tejer. Ariel Schale, economista de esa organización, dice que no hubo aumento de materiales porque la producción de hilados y tejidos se nutre del mercado interno, pero sí deben soportar otros costos. "Hay insumos que impactan en los procesos de producción, como el papel y el cartón, que subió casi un 35%, y el plástico que tocó el 50% de suba. Hoy usar ropa de marca en Argentina es para el segmento ABC1 bien consolidado. Lejos de vender menos, el crecimiento de la venta es exponencial". Pero el asalariado no puede vestirse en un shopping. Por suerte, hay una oferta innumerable. "Por ejemplo, en los supermercados se consigue indumentaria de excelente confección y calidad”, apunta Schale.

En calzado, lo que el invierno anterior podía comprarse a $700, ahora se paga desde $ 1.100. ¿Motivos? "El cuero subió un 100% y el adhesivo, 80%. Dos insumos sustanciales en el rubro. Eso y el valor de los alquileres repercuten en el precio de venta”, explica Horacio Moschetto, presidente de la Cámara Argentina del Calzado. Según estimaciones del sector, en el país se producen 120 millones de pares por año. "Hay mucha oferta en calzado. De hecho, basta salir del shopping y de los centros comerciales al aire libre para notar la diferencia de precios. Están volviendo los locales de barrio y hay un cambio de actitud en el consumidor: se vuelca más al calzado que dura y no a la marca”, agrega Moschetto.

Fuente: Diario La Provincia (San Juan)

Comparto este post de Bloc de Moda de Lorena Pérez. Ella propone alternativas para que podamos comprarnos ropa nueva sin dejar el sueldo entero.



Infografía hecha por Manipulación Textil



jueves, 3 de abril de 2014

Santiago Artemis, mucho más que un 'personaje'

Mordiéndose el labio para intentar contener las lágrimas de emoción, así salió a saludar el diseñador Santiago Artemis ayer en el Tattersall de Palermo. Con una puesta en escena exquisita - en la que se destacó una cantante lírica que cantó en vivo sinfonías de Mozart -, Artemis presentó su colección otoño invierno en el marco del Designers Look BA.

Artemis se inspiró en artistas como Sandro Botticelli, Leonardo Da Vinci, Jan Van Eyck y Raphael y utilizó sus obras en prints que plasmó en faldas, vestidos con peplums y camisas con hombros marcados, todas perfectamente confeccionadas. Se destacaron los tapados con mangas de piel - espero sea sintética - y una capa en rosa empolvado que fue mi prenda preferida de toda la colección. 

Fueron 27 pasadas de exquisitas prendas confeccionadas en sedas, brocatos y lanas naturales. Hubo propuestas masculinas - una camisa negra transparente, un tapado bordó - y el drama fue la columna vertebral de la puesta en escena, que fue idea de Artemis. Humo, luces bajas y la espectacular actuación en vivo de una cantante lírica lograron que el desfile se destaque por sobre el resto.  

Santiago Artemis sabe cómo hacer para que hablemos de él. No sólo maneja una estética personal que llama la atención - suele ser fotografiado por cool hunters -, sino que ahora también demuestra que es un diseñador prometedor. De alguna manera, Santiago está logrando que aquellos que se empeñan en criticarlo por tildarlo de 'ridículo' o 'personaje' cierren la boca. Al menos por un rato.

Esperé con ansias el desfile de Artemis. Quería ver cómo este joven nacido en Ushuaia hace apenas 23 años plasmaba su amor por la década del '80 y su estética barroca en prendas funcionales y comerciales. Mis presagios fueron ciertos: este diseñador gusta porque es fiel a sí mismo, es evidente que idolatra a la mujer y se anima a dar su particular versión de la belleza.






Una cantante lírica interpretó sinfonías de Mozart.