viernes, 28 de marzo de 2014

Vogue y la mentira de la inclusión

Hace unas semanas, los medios de moda se hicieron eco de una polémica opinión de Alexandra Shulman, editora jefe de Vogue UK. Shulman dijo en un programa de radio conducido por la cantante inglesa Lilly Allen que nadie quiere ver personas reales en las revistas de moda. ¿Nadie? ¿Quién es nadie? Yo sí quiero. ¿Vos?

Más allá de la implicancia que esta frase tenga - Shulman se excusó diciendo que Vogue es una revista de fantasías y sueños, un escape de la vida real - la realidad es que otra Vogue, la de USA, sí incluye a personas reales. En la edición de abril, la que tiene a Kim Kardashian y Kanye West en la portada, entrevistan a Mindy Kaling, una actriz comediante que tiene un exitoso programa de televisión, The Mindy Project. 

¿Qué convierte a una persona en 'real' para una revista de moda? Supongo que el peso, el color de piel, la estatura, la tersura de su piel, el brillo de su pelo. Es una obviedad decir que todos somos reales, incluso las modelos. Lo que se critica cuando se habla de exclusión y de presión social por verse de tal manera, es que las revistas ofrecen solo UN modelo de identificación. Y ese modelo suele medir 1,90, pesar 50 kilos, tener la piel de porcelana y oler a lavanda de los prados suizos.

A simple vista, la iniciativa de incluir a Mindy Kaling en la edición de abril podría ser considerada como un progreso para Vogue. Pero no lo es. ¿Por qué? Por las palabras que usan para definirla. Ya desde el título se nota el trato diferencial que tienen con ella: Mindy habla sobre vestirse con confianza. ¿Acaso si Mindy se viera como Kate Moss resaltarían el tema de la confianza a la hora de vestirse? Claro que no. Resaltan el temita de la confianza porque Mindy tiene unos kilos de más y es necesario tener el autoestima alta para ser gordita y ponerse una falda taaaan ajustada.

En la bajada del artículo hay otra palabra que la define de manera discriminatoria: 'curvilínea'. No hace falta destacar que la muchacha tiene curvas, todos las estamos viendo. Esto es totalmente discriminatorio porque cuando se trata de una modelo, Vogue no la define como 'flaca', 'escuálida' o 'bolsa de huesos'. Simplemente dan por sentado que esa es la norma: ser extremadamente delgada. Por eso lo omiten.

Incluso peor, la nota comienza con una cita textual de la actriz: "Siento lo mismo por la ropa que por la comida. Quiero todo". Título, bajada y comienzo del artículo, todas las partes principales hablan encubiertamente - y no tanto - sobre el temita de que Mindy está unos kilos excedida.

Más adelante en la nota, Mindy habla sobre su peso y explica que siempre está subiendo y bajando. Esto implica que si Mindy habló, es porque la periodista le preguntó al respecto. En un momento, la actriz asegura que nunca quiso ser delgada: "Hay muchas cosas que cambiaría de mí. Por ejemplo, siempre estoy intentando perder seis, siete kilos. Pero nunca necesité ser flaca, no quiero ser flaca".

Es necesario tener los ojos bien abiertos y saber leer qué es lo que nos están diciendo. A simple vista, el artículo sobre Mindy Kaling podría ser considerado inclusivo, pero no lo es. A lo largo de la nota, se evidencia que Vogue la considera una outsider, un sapo de otro pozo. Para ser una chica Vogue debería aclararse la piel, teñirse de rubia y usar tacos de 30 centímetros. Y bajar unos kilitos, claro.

Foto de Vogue USA, edición abril.


Mandy visita el closet de Vogue y se prueba todo. 















sábado, 22 de marzo de 2014

Kim Kardashian en Vogue y el Papa Francisco en Rolling Stone: ¿Qué carajos está pasando?

¿Cómo es que el Papa Francisco, símbolo de una de las instituciones más conservadoras del mundo, llega a la portada de la revista Rolling Stone, paradigma del espírutu rockero y revolucionario? ¿Cómo es que Kim Kardashian, una mujer que no se sabe bien qué hace pero está en todos los programas yanquis de chimentos, llega a la portada de la 'Biblia de la Moda'? Pellízquense, porque está sucediendo.

La edición de marzo de Rolling Stone tiene a Jorge Bergoglio, hoy rebautizado Papa Francisco, como protagonista total. "Adentro del Vaticano, ¿cerca de la revolución?", es la bajada ganchera que se lee en tapa. El artículo principal de la revista cuenta sus comienzos y las repercusiones que está generando luego de un año de papado. Después de leer la nota, la impresión que me quedó es la de un héroe blando, un tipo - ya grande - que intenta mejorar la imagen de la Iglesia. Por ahora, sólo mediante la palabra. Y creo que esto será lo más cerca que estará de la 'revolución'.

Ni bien vi la RS de marzo, con el Papa y su mirada que derrocha una bondad exagerada, tuve que comprarla. ¿Qué hacía este tipo en la tapa de una revista de rock? Quería comprobar si su presencia se justificaba, porque - es redundante decirlo - el Papa no pertenece a este mundo. El artículo central está acompañado por distintas opiniones de personalidades argentinas, entre ellas, Mario Pergolini, Juan Carr, Andrés Calamaro, Daniel Scioli, Mauricio Macri. Y Martín Caparrós, el genial escritor y periodista que sintetizó en una frase lo que muchos pensamos: "Si alguien consigue recuperar la imagen de la Iglesia Católica, lo que hace no es más que devolverle la posibilidad de hacer daño. Eso es lo que está logrando Jorge Bergoglio". Brillante, conciso, inmejorable. Eso es rock.

Por otro lado, la mediática Kim Kardashian finalmente logró llegar a Vogue, que según ella misma dijo en Twitter, era su sueño. "No puedo respirar", escribió como para poner en perspectiva lo que significa estar en la portada de la Biblia de la Moda. La foto de la tapa se viralizó en apenas segundos, muchos no podían creer que ESHA, Kim Kardashian, haya sido bendecida con el prestigio de estar en Vogue. Porque - y es redundante decirlo - no pertenece al mundo que Vogue representa. Ni ella ni su futuro marido, Kanye West. Pero ahí están los dos, abrázandose y siendos presentados al mundo como Kim and Kanye, sin necesidad de apellidos. Y retratados por Annie Leibovitz, fotógrafa que inmortalizó a John Lennon y Yoko Ono en la RS de diciembre de 1980. Dos parejas, una fotógrafa y miles, millones de diferencias.

¿Qué está pasando? ¿Nos volvimos todos locos? Las reacciones que generaron estas dos portadas fueron parecidas: miles de lectores horrorizados e indignados levantaron su voz - vía Twitter - para comunicar su descontento, como si hubieran sido estafados. Desde mi punto de vista, la decisión editorial de RS y Vogue de poner en tapa a personalidades que nada tienen que ver con sus identidades persigue un solo objetivo: vender, vender, vender. Es obvio. ¿Y cómo lo logran? Generando controversia con sus elecciones de tapa y eligiendo a personajes que marcan agenda (un año de papado, Kim and Kanye se están por casar), así consiguen que todos estemos hablando del tema. Porque como me compré la RS con el Papa, también me voy a comprar la Vogue con Kim and Kanye. Para ver el horror e indignarme sola en mi casa, en pantuflas y pijama.

En definitiva, no es la muerte de nadie. Son solo negocios. 
















jueves, 20 de marzo de 2014

En el probador

Corre con la mano izquierda la pesada y oscura tela gris que resguarda la intimidad del probador. Entra – un poco cegada por las luces blancas del techo - deja su cartera de diseñador en uno de los ganchos metálicos de la pared, se sienta en la banqueta cuadrada de madera clara y mira fijamente el vestido azul que había elegido. Lo deja en el otro gancho y en silencio pide por favor que le quedara. Era el único que le había gustado de todo el negocio.

Todavía sentada, las rodillas juntas y la espalda encorvada, Elena da media vuelta con su torso y mira su cara en el espejo. Las patas de gallo surcan el área de sus ojos como si fueran ríos secos. Odia esa parte de su rostro y por eso es a la que más le presta atención. Con las dos manos estira la zona de sus ojos, saca boca como hacen las modelos y se dice que quizás es tiempo de hacerse un retoque. Está envejeciendo y eso la aterra.

Se obliga a dejar de lado el tema de las arrugas y comienza a pensar en todas las cosas positivas que le estaban pasando. Su matrimonio no estaba tan mal como el de sus amigas, su hijo ya no la ignoraba tanto y mañana a esta misma hora daría su primer discurso como jefa del área de marketing frente a hombres envidiosos. Cuando asimila todos estos pensamientos, Elena se para, instintivamente pone sus dos manos sobre la cadera, se mira nuevamente al espejo – esta vez de arriba abajo, no sólo el rostro – y levanta levemente su mentón, en una clara posición de liderazgo. Se siente poderosa. Hasta que descubre que tiene bigotes.

Charlando con amigas siempre había sostenido que no hay mejor lugar para depilarse el bozo que un probador: las luces dejan al descubierto cualquier pelito rebelde. ‘Debería haber traído la pincita’, piensa. Acerca su rostro al espejo, estira la trompa y saca boca como una vedette berreta, como para descubrir cuántos son los pelos que debe eliminar al llegar a su casa. Cuenta seis.

Mira el reloj de pulsera dorado que su marido le regaló para el décimo aniversario de bodas. Ya hace cinco minutos que está en el probador y aún ni siquiera se desvistió. Recién en ese momento se da cuenta que en el altoparlante está sonando su canción preferida de Madonna, Frozen. Contenta con su pequeño descubrimiento, Elena deshace su cola de caballo, pasa sus dedos por el pelo castigado por planchitas y tinturas y comienza a desabrochar el primer botón de su camisa blanca de seda. Odia los botones de esa camisa, son muy chiquitos y a veces se lastima las uñas. No tiene tiempo para hacerse la manicura otra vez.

Termina de desabrochar el último botón y antes de quedarse en corpiño, mira el horrendo tatuaje que se hizo a los 18. Si alguien en la oficina se enterara que tiene una rosa negra debajo de su teta izquierda, se moriría de la vergüenza. Se saca la camisa con cuidado, no quiere arrugarla. Se agacha, la apoya en la banqueta de madera, se para recta y se mira en el espejo. Sus tetas no están tan caídas como pensó que lo estarían a los 38, luego de tener un hijo. Se las toca, las junta y las levanta mientras saca pecho. Se convence de que no es necesario hacerse un implante.

Sus tetas no sufrieron la maternidad, pero su abdomen sí. Está fláccido, flojo y pálido, pone sus manos sobre él y lo agita. No debería haberlo hecho. Ahora está deprimida: su panza le recuerda a un globo estirado. Y pensar que cuando era jovencita todos le halagaban su cinturita de avispa. Decide que la semana entrante comenzará a hacer cien abdominales por día, justo antes de desayunar.

Baja el cierre de su falda tubo color negra, esa que le hace buen culo. Siente un alivio inmediato, hasta ahora no se había dado cuenta de cuánto le ajustaba. Con sus dos manos baja la pollera hasta el piso, la toma y la deja sobre la camisa, en el banquito de madera. Aún con los tacos puestos, Elena da media vuelta para mirarse el culo y las piernas. Las luces destacan todo lo que no deberían: celulitis, estrías y flojera. Nunca entenderá por qué todas las tiendas de ropa usan esas luces. Con la mano derecha levanta su glúteo derecho y por un momento cree que de tenerlo así, sería más feliz.

Vuelve a mirarse de frente y justo arriba de su bombacha de algodón rosa ve la cicatriz de la cesárea. Es la única marca de su cuerpo que no le disgusta: le hace recordar el momento más feliz de su vida. Se toca la cicatriz y sonríe sin darse cuenta. Luego mira el vestido, lo saca de la percha de madera y le baja el cierre. Haciendo equilibrio sobre sus tacos de cinco centímetros, levanta un pie, luego el otro y lentamente sube el vestido. Mueve su mano derecha hacia la espalda y con un movimiento de contorsionista sube el cierre.

Ya con el vestido cerrado, Elena se mira en el espejo. Se ve mejor de lo que creía. En alguna revista femenina leyó que el azul es un color que se relaciona con la eficiencia, y por eso se decidió por este vestido. Pasa sus manos por todo su cuerpo, como planchándolo. Se mira de costado e instintivamente mete panza. Vuelve a mirarse de frente y se sostiene el pelo, como si lo tuviera recogido. “Mucho mejor”, dice en voz alta. Debe recordar sacar turno en la peluquería antes de la reunión. Saca la etiqueta de adentro de la parte de la axila para recordar el precio: 899 pesos. Sabe que es caro, pero no hay dinero que pague la satisfacción de verse espléndida.

Suena su celular y recién en ese momento se da cuenta que Madonna fue reemplazada por un jazz meloso. Atiende, un poco ofuscada por la interrupción de este momento íntimo, y escucha a su marido preguntando a qué hora llegará a casa.


Obra de Christoffer Wilhelm Eckersberg, 1837. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Homenaje a Jorge Ibáñez: quieren que el 14 de marzo sea el Día de la Moda Argentina

Hace apenas nueve horas, se formó un grupo en Facebook que intenta juntar 'firmas' para que el 14 de marzo sea nombrado como el Día de la Moda Argentina, en conmemoración del reciente fallecido diseñador argentino Jorge Ibáñez.

En la página de Facebook se puede leer que quien lo creó - anónimamente - considera a Ibáñez un 'ícono de la moda nacional'. Ya se juntaron más de 2700 'me gusta', una especie de firma virtual que avala la idea de nombrar un día en memoria de Ibáñez. 

El diseñador fue hallado muerto el pasado viernes alrededor de las 5 de la mañana por una empleada que trabajaba en su casa, ubicada en el quinto piso "10" de Esmeralda 1038. La autopsia reveló que Ibáñez, de 44 años, falleció como consecuencia de una falla cardíaca.

Fuentes policiales revelaron que el famoso modisto estaba tirado junto a su cama, vestido con ropa de gimnasia. Además, los voceros aclararon que no encontraron signos de violencia en el cadáver ni en el departamento, que se encontraba en perfecto orden.

Ese mismo viernes, sus colegas le hicieron un homenaje en la pasarela de Buenos Aires Alta Moda (BAAM), que se lleva a cabo hasta el 19 de marzo en el Hotel Sheraton. La pantalla gigante mostró varias fotos de Jorge Ibáñez y Valeria Lynch cerró el desfile con un vestido del diseñador. La idea era que cantara en su memoria, pero Lynch no estaba de humor para hacerlo, informa Infobae.



Ibáñez saluda en el final del desfile donde presentó su colección Golden Secret, en 2013.
Foto: fashionportfolio.com.ar





sábado, 15 de marzo de 2014

Mario Testino en el Malba: sexo, vulgaridad y hombres con taco

Mario Testino es usualmente reconocido como uno de los fotógrafos más relevantes de la escena de la moda mundial. Trabajó para Vogue, Vanity Fair y Harper's Bazaar -  aunque él siempre aclare con cierto orgullo impostado que él es 'un hombre Vogue' - y ha fotografiado a celebs como Brad Pitt, Angelina Jolie, Madonna (entre muchísimos otros) y hasta inmortalizó a Lady Di como una mujer amigable, en la sesión de fotos que hizo para Vanity Fair en 1997.

El jueves 13 de marzo, el Malba abrió a la mañana exclusivamente para la prensa. La idea era recorrer la muestra In Your Face - una selección de 122 fotos curadas por el mismo Testino - y presenciar la entrevista que Iván De Pineda le haría al fotógrafo peruano al mediodía. Alto, con pantalones blancos, camisa negra, saco del mismo color y zapatos oscuros de gamuza, Mario Testino se sentó en la silla que estaba sobre el escenario del auditorio del Malba y lo primero que hizo fue cerrar un ojo, apuntar con su cámara hacia nosotros y apretar el botón. Ese fue su modo de saludarnos: sacándonos una foto. 

La charla entre Testino y De Pineda fue amena, relajada, aunque se notaba que Iván tenía las preguntas estudiadas. Mario Testino habló, y mucho. Nos hizo reir varias veces. Recordó su infancia en Lima - "cuando era pequeño, Lima era muy conservadora, y yo no lo era, por eso me terminé yendo" -, reflexionó sobre el peso de ser peruano en un país europeo - "ser peruano en Londres no era lo más chic del mundo, pero a mí me encantaba serlo y con el tiempo definí mi estética en relación a eso" - y reconoció que cuando le ofrecieron fotografiar a Lady Di en 1997 para Vanity Fair, pensó que todo el asunto sería un problema.

¿Cómo es la mujer Testino? Recorriendo la muestra me di cuenta de algo que es muy evidente en sus fotos: la mujer que Testino fotografía es una mujer poderosa, con mirada provocadora y poses de líder. Pero este poder proviene de su sexualidad, no de su inteligencia o carácter. Es un poder tan embriagador que pone - literalmente - a los hombres de rodillas, como en esa foto de dudoso gusto que el peruano hizo para Gucci, donde se ve a una mujer parada y un hombre arrodillado le baja la ropa interior para descubrir un pubis depilado en forma de G. La insinuación rara vez entra dentro de su espectro estético.

¿Y qué pasa con los hombres? Testino los feminiza, si existe tal palabra. Sus fotos muestran hombres que se pintan los labios con rouge, hombres que se agachan para abrochar las tiras de sus sandalias con tacos altísimos, hombres peinados perfectamente con raya al medio, sin un pelo en la cara. Imposible olvidar el primer plano de una cola masculina - peluda y firme - con una bombacha rosa cola less. A Testino le gusta provocar, es irreverente y reconoce que le llevó tiempo darse cuenta que amaba la desnudez.

La estética Testino coquetea con la vulgaridad. Las fotos que ponen de manifiesto el buen vivir de algunas personas - yates, joyas, fiestas fastuosas, autos importados, el bling bling, perfumes - resaltan la vulgaridad que se esconde en el exhibicionismo, ese 'mostrar para ser' tan visto en la actualidad. Esta visión se podría tomar como un fiel reflejo de la época en la que vivimos, pero Testino intenta 'glamurizar' la cuestión, no criticarla.

Sus fotos pequeñas - en blanco y negro - me resultaron las más poderosas. Muchas desnudan la intimidad de las estrellas, esas personas que en el imaginario colectivo viven como extraterrestres. Testino lleva una camarita a todos lados, lo que quiere decir que puede fotografiar a quien sea en cualquier momento. Así vemos a una Anna Wintour sin lentes oscuros y sonriendo, a Donatella Versace con aires de capa de la mafia junto a Mariah Carey y Beyoncé, a un salvaje y joven Alexander McQueen de fiesta o una Rihanna a cara lavada.

En fin, In Your Face es una muestra que vale la pena visitar. Algunas fotos impactan por el gran tamaño y por sus personajes, y otras, por el mensaje que comunican. Una cosa queda en claro: las fotografías de Mario Testino generan reacciones encontradas. Repugnancia, vergüenza, placer, excitación o curiosidad. Y ese es el objetivo de la fotografía: inmortalizar momentos que generen sentimientos.


Del 15 de marzo al 16 de junio de 2014
Mario Testino: In Your Face Sala 5 (2º piso)
Malba (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires)
Avenida Figueroa Alcorta 3415, Buenos Aires, Argentina. 



Todas estas fotos están incluidas en la muestra In Your Face


Donatella Versace y una pose mafiosa. Milán, 2002.



Anna Wintour también sonríe. 


Alexander McQueen, 1999. 


El hombre femenino.


Una más.



El hombre arrodillado por el poder sexual de la mujer, a quien no hace falta conocerle la cara.



Los colores de Perú.  


El exhibicionismo vulgar. 


Sexo y consumismo.


El poder en la mujer se ve como un arma sexual.  





viernes, 7 de marzo de 2014

Las carteras que nada ocultan, by Lorena Sosa

Descubrir nuevos diseñadores es para mí una de las virtudes que tiene mi profesión. Escuché hablar de la tucumana Lorena Sosa por primera vez cuando se dieron a conocer los nombres de quienes expondrían sus trabajos en el International Fashion Showcase durante London Fashion Week en representación de la Argentina. La busqué, indagué sobre su trabajo, y en menos de diez minutos me dí cuenta de que lo que ella hace es realmente distinto.

Fue su colección limitada de carteras la que me hizo llegar a esa conclusión. Bajo el nombre 'Nada que ocultar', Lorena presentó una serie de carteras transparentes hechas con alpaca calada a mano y acrílico cortado con láser. El proceso de armado es complejo, rasgo que se evidencia en el producto terminado. Sosa logra crear carteras de calidad y originalidad, características que las hacen resaltar del resto. La entrevisté para saber más sobre ella y su trabajo.

¿Cómo nace la idea de esta colección de carteras transparentes?

Esta es mi primera colección de carteras. Desde 2005 diseño indumentaria, luego en 2007 desarrollé tres líneas de joyería, una idea que nació desde la moldería de mis vestidos. La intención fue crear prendas pequeñas con la fuerza de una joya, integrando materiales que disparen infinitas posibilidades de conjugar una joya, con el textil como base. Las piezas de alpaca fueron trabajadas manualmente. En 2013 nació la inquietud de llevar esta idea a otros planos y así comenzaron las carteras. La colección 'Nada que ocultar' es parte de un circuito que logra conectar con las líneas de indumentaria y joyería para potenciarse juntas, y al mismo tiempo, ser independientes por su fuerza.

Las carteras tienen una fuerte impronta artística y están hechas de materiales poco usuales, ¿cómo fue el recibimiento de las clientas?

La impronta más destacable de estas carteras es el afán de lograr la perfecta comunión de materiales y técnicas alejadas entre sí: entre la alpaca calada a mano y el acrílico cortado láser. Estos materiales me permiten recrear y repensar la transmisión de ideas internas. La translucidez del acrílico evoca esa transparencia que es necesaria para mirar al otro. Las carteras lograron crear un gran impacto a los ojos de los compradores y buscadores de tendencia, sus morfologías, texturas y la misteriosa forma de convivencia de los materiales generan mucho interés en las clientas.

¿Dónde se consiguen las carteras? ¿Cuánto salen?

Por ahora las carteras se venden en showroom propio, a través de la web y diversos eventos. También hay pedidos de comercialización para afuera del país. El precio varía entre $ 750 y $5000.

¿Sentís que todo lo relacionado a moda y diseño está muy concentrado en Buenos Aires? ¿Te gustaría que fuese distinto? 

Todo este tiempo he aprendido a diseñar, producir y vivir desde Tucumán, mi provincia, lo cual siento mas ventajoso. En Buenos Aires el trabajo del interior es más valorado y las políticas de integración e industria han logrado que los calendarios tanto de Nación como de Provincia se encuentren alineados y coordinados para favorecer al sector y la industria del diseño. Independientemente de esto, hacer acuerdos y vender en otras provincias es posible gracias a las herramientas de comunicación, efectividad de las logísticas y el empeño y valoración del diseño.

¿Qué te dejó la experiencia de exhibir tu trabajo en London Fashion Week?

Sobrepasó mis expectativas. Es un país donde el diseño es altamente valorado y está instalado en el común denominador de la vida diaria, es parte de la realidad desde la funcionalidad, la calidad y la excelencia, entendiéndolo como una suma de virtudes fusionadas desde la ingeniería y el ingenio. El haber sido seleccionada para llegar, el recibimiento, la aceptación y el impacto que provocaron las piezas fue de lo más valioso y estimulante para seguir.











martes, 4 de marzo de 2014

Siete tonos de rojo en #Bafweek

Sigo encontrando al rojo en muchos de los desfiles de la última edición de Bafweek. Algunos tienen pigmentos anaranjados, otros se acercan al bordó y también los hay carmín.

No sólo Bolivia y Li Torres eligieron este color para el tapado masculino de paño (como mostré en el post anterior), sino que Vicki Otero, Nous Etudions, Garza Lobos, Bolivia para mujeres y Amores Trash Couture también apuestan al rojo como el color que rompe con la monotonía del negro. Aquí las fotos.

Nous Etudions



Vicki Otero


Amores Trash Couture


Garza Lobos




Bolivia para mujeres







domingo, 2 de marzo de 2014

De coincidencias e ironías en #Bafweek 2014

Desde el 20 hasta el 28 de febrero se presentaron en BAFWEEK - considerada la pasarela argentina más importante - las colecciones otoño/invierno 2014 de diseñadores emergentes y consagrados y de marcas comerciales. La cita era imperdible, tal es así que interrumpí mis vacaciones para cubrir el evento para la revista GQ Latinoamérica.

El 'sacrificio' valió la pena: descubrí a talentosos diseñadores a los cuales desde ahora seguiré de cerca - Fabián Li y Javier Torres de la marca Li Torres; Juan Hernández Daels - y comprobé una vez más la majestuosidad de Garza Lobos y la refrescante singularidad de Kostüme. Me alegró también ver el crecimiento de Andrea Urquizu en pasarela. "Los calados los hice con un bisturí", me confesó. Me pareció super jugado y original. 

Además, me entretuve encontrando coincidencias, diseños en común de diseñadores que nada tienen que ver entre sí y algunas ironías difíciles de digerir. 

1) Kosiuko presentó en la pasarela un mensaje amistoso en tres camisas estampadas que formaban la frase "Paz en la Tierra". Irónicamente, la semana pasada Kosiuko (y otras marcas como Portsaid y Como Quieres Que te Quiera) fue citado a indagatoria por trabajo esclavo, según informa en su sitio la Asamblea Popular y Cooperativa La Alameda. Kosiuko está acusado de haberse nutrido de trabajo esclavo entre el mes de junio del 2007 y el 3 de octubre de 2011. La Alameda informa que los talleres estaban conectados entre sí mediante un boquete en la pared simulado por un placard. También se los acusa de encerrar bajo llave a los costureros que trabajaban y vivían allí en habitaciones de extrema precariedad. Los costureros declararon que solo podían salir los días domingos, y que la jornada laboral iba de 7 de la mañana a 21 hs. ¿Paz en la Tierra?

Foto: BAFWEEK



2) Si hubo una prenda estrella en esta edición de BAFWEEK, esa fue el tapado largo de paño rojo para hombre. Tanto Li Torres como Bolivia lo incluyeron en sus colecciones de otoño/invierno 2014. ¿Se animará el hombre argentino al rojo carmín? Espero que sí.

Tapado de la izquierda: la propuesta de Bolivia. Tapado de la derecha: la propuesta de Li Torres.



3) El número 27 también se repitió. La colección de Kostüme - marca formada por la dupla Emiliano Blanco y Camila Milessi - presentó su nueva propuesta bajo el número 27. "Nos inspiramos en Yves Saint Laurent como ícono porque rompió con el paradigma de la mujer tan femenina. Esta idea se nos disparó mientras veíamos una película Nouvelle Vague. Después resemantizamos todo, nosotros no tomamos ninguna inspiración literalmente. Nuestras colecciones están numeradas y cada numeración tiene un logo y el logo de 27AW14 está inspirado en el logo de YSL. Eso es lo único que es más literal", me explicó en una charla Emiliano Blanco.

Por otra parte, la colección invernal de Andrea Urquizu también se tituló 27. En este caso, la joven diseñadora - que hizo su debut en BAFWEEK en 2013 y ya este año fue imposible conseguir un lugar en su desfile - se inspiró en el Club de los 27, esos rockeros que murieron trágicamente a esa temprana edad como Jimi Hendrix, Kurt Cobain, Janis Joplin, Amy Winehouse, Brian Jones. "La impronta de la marca está íntimamente relacionada con el rock. Antes de comenzar a idear la colección, miro muchos videos, documentales, fotos. Es la parte más divertida del proceso, la que más me gusta. Después tengo que ver qué hago con todo esto", explica.

Kostüme presentó #27AW14
Foto: BAFWEEK


Andrea Urquizu presentó 27, una colección inspirada en los rockeros que murieron a esa edad-
Foto: BAFWEEK





4) Dos marcas - una bien comercial y otra de diseño de autor - celebraron en pasarela sus diez años en el mercado local, algo digno de destacar. Se trata de Cora Groppo y Ay Not Dead. Groppo presentó una colección que revisa sus raíces y estilo, y reeditó sus prendas preferidas a modo de homenaje. Por su parte, Ay Not Dead presentó en Paseo Alcorta su colección Since 2003 que celebra su primera década. Al igual que Groppo, la marca de Noel Romero retomó las raíces que dictan el ADN de la marca: el rock, el arte y la literatura. Felicitaciones a ambos por haber logrado permanecer en un mercado tan difícil. Chin chin.


Cora Groppo celebró sus diez años en el mercado local.
Foto: BAFWEEK


Ay Not Dead también festejó sus diez años en la moda. 
Foto: BAFWEEK