jueves, 31 de octubre de 2013

El alto verano de Mariana Dappiano

La diseñadora Mariana Dappiano presentó ayer una colección cápsula de ocho trajes de baño desarrollados con la fibra XtraLife de Lycra en el marco de la Sesión de Tendencias primavera-verano 2015. Los diseños estuvieron inspirados en las cuatro mega tendencias SS2015: armonía (colores tierra, remite a la naturaleza), memoria (siluetas retro), impulso (espíritu pop, joven) y esencia (línea neta, blanco y negro).

Antes de que comenzara el desfile entrevisté a Mariana Dappiano y me contó que, contrario a lo que yo creía, no era la primera vez que hace trajes de baño. "Cuando abrí la tienda en Palermo en 2001 hice una colección de trajes de baño y después no sé qué pasó, por qué dejé de hacerlo. Eran colecciones muy puntuales. Creo que lo dejé de hacer no porque no me gustara, sino porque es otro canal de producción y desarrollo y a veces llegamos con el agua al cuello con cada nueva colección. Nosotros hacemos todo desde cero".

"Cuando me convoca Lycra para hacer esta nueva línea de trajes de baño me encantó porque es todo un desafío para mí. Mis estampas dan a full para hacer bikinis y mallas y además me gustó la idea porque a mí también me cuesta encontrar trajes de baño que me queden bien. Mis clientas van desde chicas de 24 hasta señoras de 65, por eso es un proyecto desafiante. Será prueba y error", explica sobre esta nueva alianza con Lycra y la fibra XtraLife.

La línea de trajes de baño incluye bikinis, trikinis y enterizas, todas con las características estampas Dappiano. "Las estampas son de mi última colección (que presentó en Bafweek), pero como las hacemos nosotros, fueron tocadas por paleta de color o escala para que funcionaran respondiendo a cada una de las tendencias del verano 2015". Los trajes de baño estarán disponibles en el local de Palermo Viejo, Gurruchaga 1755, a partir de noviembre. "Las clientas encontrarán una colección más editada de lo que hoy se vió en pasarela", aclara. 

Lo más atractivo de la colección fue la variedad de diseños que se adaptan a los distintos tipos de cuerpos femeninos. En pasarela se vieron culottes altos (ideales para disimular el tan odiado rollito), corpiños con tazas armadas (muy recomendable para las que andan pobre de escote) y trikinis super sexies (para aquellas que no quieran pasar desapercibidas). Mi traje de baño preferido fue el enterizo con espalda redonda y escote armado: un modelo que realza las zonas correctas y oculta aquellas que me molestan.


Lorena Pérez de BlocdeModa me enganchó hablando con Mariana Dappiano. Gracias por la foto, Lore. 



Mi diseño favorito.


Todas los trajes de baño iban acompañados de abrigos.





Este modelo también me gusta mucho: el culotte alto es la gloria. ¡Y ese corpiño armado!










Aquí tienen ilustradas las formas de trajes de baño que responden a las cuatro tendencias propuestas por Lycra para el verano 2015:

ARMONIA


ESENCIA


IMPULSO 


MEMORIA
















lunes, 21 de octubre de 2013

La tiranía de los talles

"La mujer norteamericana promedio pesa 12 kilos más que en 1960. Sin embargo, la ropa para las mujeres XL sólo representa el 9% del total de las ventas anuales destinadas a indumentaria", informa una nota en el sitio Business of Fashion. ¿Es esto consecuencia de que las mujeres 'gorditas' no se interesan en la moda? Más bien, diría que es lo contrario: la moda no está interesada en ellas.

Existe un estereotipo muy arraigado en las marcas de ropa que reza que las chicas XL no quieren verse lindas, en consecuencia, las marcas no se preocupan por hacer ropa para ellas y ellas, en respuesta, no se sienten atraídas a comprar. "Aún hay un estigma muy presente en cuanto a la ropa para mujeres grandes y las mujeres que usan esa ropa. Muchos piensan que las gorditas no queremos llamar la atención, vivir la vida, tener citas, divertirnos, ser seguras, usar ropa ajustada con estampas y colores vivos. La realidad es la opuesta", opina Marie Denee, autora del blog TheCurvyFashionista en el artículo de Business of Fashion.

En la Ciudad de Buenos Aires se sancionó la ley de talles en 2009 como una herramienta para garantizar que nadie se sienta discriminado por su peso o tamaño. "El objeto de la ley es garantizar a los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires la existencia de un mínimo de ocho (8) talles correspondientes a las medidas corporales normalizadas en las Normas IRAM, en los establecimientos comerciales cuya actividad principal, accesoria u ocasional sea la venta, fabricación o provisión de indumentaria", se lee. De esta manera, todas las marcas están obligadas a ofrecer talles desde el 38 hasta el 48 en todos los modelos.

No es necesario hacer una investigación para comprobar que esta ley no se cumple. Hace dos semanas cuando fui a Bachino, el talle M de un blazer clásico me quedaba chico, cuando los otros tres blazers que tengo son de ese talle. Tuve que comprarme el L, y eso que soy bastante pequeña de la cintura para arriba. Esta tienda ofrece cuatro talles: XS, S, M y L. Claro, el XS no falta, pero del Extra Large ni hablar.

Pareciera que los talles son los mismos que hace diez años, pero las etiquetas han ido cambiando. Si hace diez años yo era un M, ahora el blazer que me queda cómodo es un L pero con las medidas de un Medium. O sea: los cuerpos han ido aumentando de peso paulatinamente con los años, y las marcas, en vez de reflejar este cambio, llevan a cabo la acción contraria: achican los talles.

Por suerte, soy una de las afortunadas que entra a una tienda y puede elegir qué llevarse y no sólo lo que le entra. Pero no por eso me puedo hacer la tonta. La moda debería ser para todas. ¿Se imaginan cuán frustrante debe ser querer comprarse un vestido y no poder porque los talles no son para una?

Si van a una tienda y no encuentran su talle, ya saben: existe una ley que las ampara. Si las marcas las ignoran, ustedes háganse escuchar. Desde 2010, año en el que la ley de talles entró en vigencia, el Gobierno bonaerense habilitó el 0800-222-9042 para registrar a aquellos comercios que no cumplan con la ley.

Maria Denee, la creadora del blog TheCurvyFashionista


Denunciá las marcas que no cumplen con la ley de talles. 













miércoles, 16 de octubre de 2013

El blazer, ese comodín todoterreno

Pocas prendas son tan versátiles como un blazer y no todas las chicas tienen uno. Un blazer de lino es el abrigo ideal para los días frescos de primavera, uno de lana 'profesionaliza' cualquier look laboral en invierno y uno con hombreras grandes o de tela metalizada le agrega ese toque glam-rock para brillar por las noches.

Cuando cobré mi primer sueldo - en mi vida anterior fui profesora de inglés - mi primera compra fue un blazer de lino rojo. No recuerdo de qué marca era, pero ni bien me lo probé me hizo sentir adulta, poderosa y femenina. Lo usé tanto que se decoloró por los lavados, pero supe que había encontrado a mi compañero de ruta.

Pasaron varios años desde esa primera compra y el blazer se ha transformado en la prenda básica de mi guardarropa. Tengo cuatro: uno de lino verde militar de Portsaid (me lo compré en liquidación), uno metalizado de Koxis, uno con hombreras a lo Lady Gaga de Eufemia (lo uso para salir) y el más nuevo, uno de lino negro de Bachino. Este último me costó sólo 400 y pico, un precio bastante accesible si lo comparamos con las camisas que la misma marca ofrece. 

Otra marca que ofrece blazers a precios razonables y en colores de tendencia es Zara, aunque personalmente me inclino por los colores clásicos, esos que nunca pasarán de moda, como el blanco, gris y negro. Me gusta el blazer porque logra que un vestido corto se vea serio y chic, logra que un jean y remera blanca (más accesorios importantes) sea un look ganador para ir a la oficina y porque logra dar un toque elegante a un outfit nocturno. 

Realmente, un blazer queda bien con todo y por eso es una prenda en la que vale la pena invertir. Si bien ya saben que no soy de las que compran ropa cara - nada me disgusta más que pagar de más por algo que sé que encontraré a menor precio -, los blazers y los jeans son dos de los ítems en los que hay que depositar una buena suma, porque es una inversión a futuro: los vas a usar hasta que se gasten.  

Siempre teniendo en cuenta la relación uso-precio, les dejo las propuestas que más me gustaron de las nuevas colecciones:

El blazer en verde menta con tachas de Hilaria. Un hit veraniego. 


Blazers súper femeninos de Portsaid. Está bueno aprovechar las promos por el Día de la Madre.  


La propuesta primaveral de Markova.


El blazer de lino negro de Bachino. 


Las mangas arremangadas a lo Mateyko



lunes, 7 de octubre de 2013

Sobre las calzas de Cristina Fernández de Kirchner y la prensa machista

Comparto con ustedes una nota que hice para el portal de moda que dirijo, Ahguapas, que forma parte del diario digital INFOnews. Creo que estas notas son necesarias para pensar cómo se refleja a las mujeres en los medios de comunicación y cómo desde nuestro lugar - quizá sin darnos cuenta - perpetuamos la mirada machista sobre el género femenino.


A pesar de que en los últimos años las mujeres han tenido un rol protagónico en la escena política mundial, aun son juzgadas en los medios de comunicación por el modo en el que eligen vestirse. Uno de los casos más resonante es el de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, cuyas calzas negras generaron un revuelo de magnitud nacional e internacional; pero no es el único: críticas similares fueron lanzadas hacia la alemana Angela Merkel, la primera dama de EEUU, Michelle Obama o la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton.

El diario Clarín publicó el 20 de septiembre una nota de opinión que desnuda una idea misógina y anticuada. El artículo cuestiona la elección de la presidenta argentina: "Seguramente, en la próxima podrá hacer los ajustes para que (las calzas) le queden mejor, mirándose al espejo, recordando su investidura y pensándolo dos veces: ¿en lugar de una calza tan al cuerpo no sería más coherente un chupín, su variante más holgada?", se lee. Incluso la revista Noticias le dedicó su portada a las calzas de la presidenta.

La repercusión que tuvo el caso de la Presidenta evidencia una falta de igualdad de género que retrasa años de lucha feminista. El escrutinio que sufren las mujeres que están en la política brilla por su ausencia cuando se trata de los hombres políticos. Pocas veces se ha visto que ellos sean juzgados por elegir tal o cual corbata o uno u otro traje.

El sitio web que lucha por la igualdad de género, Name It Change It, propone un cambio para evitar que estos casos se repitan. "La norma del reverso, la que nos dice que si el término o pregunta no tiene sentido si lo usamos con un político, no debería emplearse con una mujer. Es asombroso cuánta cobertura informativa sobre las candidatas es absolutamente ridícula si se preguntase a un político. Por ejemplo: ¿Qué pasa con todos esos trajes, Senador?", se pregunta el diario El País.

Además, este sitio publicó el pasado abril un estudio que afirma que cuando el look de una mujer política se pone bajo la lupa, su imagen personal se verá perjudicada, y en consecuencia, menos votantes simpatizarán por ella. "Si los medios de comunicación mencionan el atuendo o cómo va vestida una aspirante política, su campaña electoral se verá pejudicada y tendrá menos oportunidades de conseguir el triunfo. Da igual si se hace un comentario neutro y simplemente se describe lo que lleva puesto, si se alaba su buen gusto o se critica su indumentaria", especifica El País.

El caso de Cristina Fernández de Kirchner no es el único. Angela Merkel, a cargo del gobierno alemán, se sintió obligada a dar explicaciones luego de que el escote de un vestido que eligió para ir a la Opera generara repercusiones amarillistas. "Merkel saca pecho", "Merkel enseña escote", eran los titulares que se leían en los principales medios de comunicación alemanes. "No esperaba provocar tal furor con el traje de noche, que no era más que un intento de salir de la rigidez del vestuario de un jefe de Gobierno en una noche de ópera", se defendió Merkel.

Otro caso es el de la presidenta del FMI, Christine Lagarde, quien fue duramente criticada por comprar vestidos de Alta Costura de Chanel. ¿Alguna vez le han preguntado a un presidente o senador cuánto sale ese traje que tan bien le sienta? El look de Hillary Clinton también fue reprobado, pero esta vez, por estar demasiado desprolija. La prensa estadounidense la juzgó por no llevar maquillaje durante un viaje a la India, y remarcó que "se veía cansada y abatida". Ni siquiera las críticas son coherentes.

La Presidenta argentina y las calzas que tanto revuelo causaron


El comentario en su cuenta de Twitter

Angela Merkel tuvo que soportar el acoso de los medios por su elección de vestimenta


Hillary Clinton fue atacada por no usar maquillaje durante un viaje a la India


Christine Lagarde usa Chanel y la critican por eso


Michelle Obama usó zapatillas Lanvin y la prensa la juzgó



jueves, 3 de octubre de 2013

Rick Owens, el transgresor

Temporada tras temporada, los desfiles que se ven durante las semanas de la moda internacionales son siempre iguales. Sí, cambia la escenografía, las colecciones (aunque algunas tomen 'prestado' diseños antiguos de otros), el maquillaje y los accesorios, pero las modelos se repiten, la música suena muy parecida y los comentarios de la prensa suelen ser calcados.

Pero entre la marea de desfiles semejantes entre sí, el del diseñador norteamericano Rick Owens durante Paris Fashion Week brilló por su contraste. Es el desfile del que todos hablan, algunos dicen maravillas, otros lanzaron dardos contra él, pero no se puede negar que Owens logró estar en boca de todos. Y por buenas razones.

El mundo de la moda se caracteriza por no estimular la diversidad - ya sea de tamaño, raza o edad - y lo que hizo Owens fue nadar contra la corriente. Como un niño rebelde, el diseñador desobedeció los mandatos implícitos que ordenan que las modelos deben ser escuálidas, inexpresivas y blancas. La colección ready to wear, indudablemente deportiva, se llama Vicious y fue modelada por cuatro grupos de mujeres negras y blancas que pisaron la pasarela con pasos de step y caras feroces. 

Las mujeres que presentaron la colección de Owens pertenecen a cuatro grupos distintos de step: Soul Steppers, Momentum, Zeta Phi Betas y Divas. Todas comenzaron a ensayar la rutina desde junio y su peso nunca fue puesto bajo juicio: la ropa se adaptó a ellas. "Nunca nos exigieron nada relacionado al peso", contó Arin Lawrence, una de las bailarinas. 

Lo que sí se les exigió fue que demostraran fiereza a través de sus rostros, probablemente para recordar el origen de la danza. "Muchas de las raíces del step provienen de los grupos de danza gumboot sudafricanos. Era una manera de entretenimiento para los mineros, pero también fue una vía para protestar contra el apartheid, cuando trabajaban bajo condiciones inhumanas. El step tiene una historia combativa y de allí viene la intensidad del baile", explica la bailarina Lawrence en Buzzfeed. 

¿Es esto moda? Claro que sí: es moda presentada de una manera poco usual y es una movida marketinera muy inteligente. Más allá de las razones personales por las cuales Owens decidió reemplazar modelos por bailarinas de step, la realidad es que gracias al riesgo que corrió, el desfile fue el más comentado de todos (junto con el último de Marc Jacobs como director creativo de Louis Vuitton). 

Probablemente la razón que más le pesó a Owens a la hora de elegir bailarinas de step fue la de demostrar que su ropa está pensada para ser usada. Esto, que quizás suena como una obviedad, no lo es. Por más prestigioso que sea un diseñador, si la ropa que muestra en la pasarela no baja a la calle, es porque algo falló. ¿Cuántas veces opinamos que un vestido es precioso, pero sabemos que dentro de él nuestros movimientos estarán limitados? La colección de Owens está compuesta por prendas que permiten moverse libremente, es una línea que está pensada para la mujer promedio que hace mil cosas al día y no quiere sacrificar belleza. 


Este es el video del desfile


Y estos son los mejores momentos





















martes, 1 de octubre de 2013

Rihanna versus Alexa Chung

Salíamos de una clase junto a Celeste Nasimbera, periodista de moda de la revista 90+10 y amiga, cuando nos pusimos a hablar del reciente libro de Alexa Chung. "No gasto ni dos mangos en el libro de esa insulsa", le dije. Celeste me clavó su mirada, era evidente que se lo había tomado personal. Al mejor estilo maradoniano, me amenazó: "Alexa no se mancha".

"Si hablamos de mujeres que tienen un estilo único, Rihanna le gana por goleada. Baja como nadie lo que se ve en la pasarela a la calle, aunque muy pocas pueden usar su ropa y salir airosas", me defendí. En ese momento apareció la idea de dar nuestras razones que expliquen el por qué de la elección de cada una. Ella será la abogada de Alexa, y yo, la de Rihanna. 

Rihanna se divierte con la ropa, la usa de una manera juguetona y se adueña de ella fácilmente. Un día puede usar un Chanel con las típicas perlas y aún así darle el toque Rihanna, y a las dos horas aparecerse en un club nocturno con un vestido de red transparente y una gorra de béisbol, y siempre se verá fantástica. Hay algo gatuno en ella que la hace hipnótica y que le permite caer siempre bien parada, tal como los felinos. Sabe que todo es un juego, no se toma muy en serio a sí misma y por eso es tan fresca.

Por otro lado, Rihanna tiene un costado camaleónico muy marcado que se hace evidente en su pelo. La hemos visto llevar el pelo largo y rojo, con corte pixie, la mitad de la cabeza rapada, con sus rulos naturales, con un lacio japonés e incluso con una cresta rubia. Está tan segura de sí misma, se la ve tan cómoda con su personalidad que todo lo lleva brutalmente, como si su cara fuese de arcilla: moldeable, dúctil, sin una pizca de rigidez. 

Quizás sea su baja tolerancia al aburrimiento la que la lleve a jugar tanto con la ropa y el pelo. A diferencia de Alexa Chung, que tiene un estilo fácil de copiar que inspira a miles de mujeres, sólo Rihanna puede usar la ropa que usaría Rihanna. Nadie más. Es esa condición de singularidad la que la convierte en alguien insustituible, única, one of a kind

Rihanna tiene pinta de come hombres, de femme fatale. Es la versión moderna de las Hollywood vamps de los años '30, mujeres que hechizaban con sus miradas y con su manifiesto sex appeal. Rihanna es ruda y no sigue las reglas, sólo ella puede ir con jeans rotos y una remera de algodón a una de las entregas de premios más importante de la industria musical, los MTV Awards. Fue duramente criticada por los especialistas, sí, pero hizo lo que quiso y se la bancó. 

Si las dos estuviesen en un ring, Rihanna noquearía a Alexa en el primer round. Su cuerpo curvilíneo, las piernas y muslos fuertes, no serían competencia frente al escuálido y frágil cuerpo de la inglesa. Desde siempre soy una defensora de los cuerpos con carne, cuerpos saludables que denotan vigor, contundencía y poderío. 

Por todo esto, Rihanna le gana a Alexa. No más preguntas, su Señoría.  

Un look total black y accesorios dorados.


Pantalones camuflados, borcegos y labios rojos.  


Con el pelo rojo, el look que mejor le quedaba.


Sus looks cotidianos: cómodos y tan Rihanna.


En los Grammy 2012.


Le pintó ir de jeans y musculosa a los MTV Awards y no vaciló. 


Animal print para el escenario y actitud aguerrida.


Rihanna en el desfile de Chanel.