miércoles, 11 de septiembre de 2013

Guía práctica para ser mujer

Un interesante artículo del sitio Jezebel titulado 'Género y el lenguaje corporal del poder' afirma que actuar de manera femenina significa usar el cuerpo de una manera que desnuda falta de poder, sumisión. Quien llega a esta conclusión es la filósofa Sandra Lee Bartky en su libro Writing on the body.

"Una persona femenina mantiene su cuerpo pequeño y contenido, se asegura de no ocupar mucho espacio o de imponerse de manera agresiva. Camina y se sienta de tal manera que pareciera encogerse. No ocupa toda la vereda cuando camina o expande su cuerpo en la silla que ocupa", explica el artículo.

Algo parecido sucede con el lenguaje. Mi tesis final del Profesorado de Inglés trataba sobre las distintas maneras en que hombres y mujeres se comunican. Llegué a la conclusión de que las mujeres usan más preguntas - un rasgo de sumisión -, son más dubitativas, no usan tantas frases imperativas como los hombres y, por supuesto, maldicen menos.

Nos han enseñado a no llamar la atención, a reirnos suavemente, a cruzar las piernas, a no hablar a los gritos. Si lo hacemos, podemos ser consideradas 'machonas' y ninguna mujer quiere arriesgarse a eso. Desde siempre el poder fue terreno masculino y a pesar de que el movimiento feminista ha logrado grandes avances en las esferas sociales, educativas y laborales, aún queda mucho por recorrer.

Pienso en las distintas maneras que una mujer denota poder a través de su vestimenta y lo primero que se me viene a la cabeza es el traje. Yves Saint Laurent fue el responsable de popularizar el smoking para las mujeres. En 1966 presentó su versión femenina del traje masculino (Le Smoking) y las mujeres independientes que creían en la igualdad de los sexos lo adoptaron de inmediato. Al principio no fueron muchas, pero después de un tiempo, usar pantalones se transformó en una manera de transmitir un pensamiento feminista. Las mujeres finalmente se estaban despertando. 

"Realmente te hace sentir diferente como mujer, los movimientos del cuerpo cambian", dijo en algún momento una de las musas de YSL, la actriz francesa Catherine Deneuve, sobre Le Smoking. Es innegable que tenemos más libertad de movimiento cuando usamos pantalones que cuando usamos una falda. Usar vestidos o faldas implica cruzar las piernas cuando nos sentamos y tener cuidado de que no se nos vea nada que no queramos.

No se trata de usar ropa de hombre, sino de apoderarse de una prenda y resignificarla. Al menos desde mi punto de vista, allí reside el encanto de usar pantalones.  


Las distintas versiones de Le Smoking


Katharine Hepburn


Being a woman like a pro




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