miércoles, 21 de agosto de 2013

Chica de feria

"Tesoros vintage encontrados en ferias o heredados de generación en generación contribuyen a cuidar el planeta y a construir un estilo único y personal", así presentaba la revista Vanidades a la producción central de moda de su edición del 7 de agosto bajo el título "Glamour Retro".

Fue una grata sorpresa que una revista de gran envergadura incluyera en sus páginas prendas y accesorios conseguidos en distintas ferias americanas de la ciudad de Buenos Aires. Me pareció una propuesta arriesgada y muy necesaria para los tiempos que corren: a diferencia de lo que sucede en las tiendas de marcas comerciales en donde un blue jean puede costar tanto como un artefacto para la casa, en una feria americana es posible llevarse varias cosas por una suma moderada.

Vanidades nombra a casas de ropa usada muy conocidas como Juan Perez o Bimba Vintage, pero también pequeñas tiendas como La Caja de Pandora. De estas tres, sólo conozco Juan Perez. Todas las veces que fui, no encontré ropa de mi agrado o bien los precios no me parecieron justos. Además, la tienda es tan grande que me da ansiedad: quiero ver todo ya. Prefiero los locales de dimensiones reducidas. 

Yo tengo mis propias tiendas vintage preferidas: todas son pequeñas, atendidas por sus dueños y con precios accesibles. Una es muy nueva y queda en Anchorena y Lavalle (las prendas y accesorios son seleccionados por el ojo crítico de la dueña); otra queda muy cerca de allí, en Anchorena y Tucumán (Alma Zen está atendido por sus dueños, una pareja amorosa) y la última se encuentra en Anchorena, casi Avenida Santa Fé (las que atienden son hermanas, a veces están de buen humor, otras, no). Queda claro que vivo cerca de Anchorena, ¿no?

Pero de todos estos lugares, sin lugar a dudas, mi preferido es el Mercado de San Telmo. En el post anterior explico por qué. La mayoría de las prendas vintage que cuelgan de mi placard fueron compradas allí. No sólo encontrás varios locales en un mismo lugar, sino que también lo elijo porque el barrio tiene una mística imposible de igualar, tiene una música especial, hasta un aroma: una mezcla de cuero viejo con sahumerios y carnes asadas. 

Hubo una época en la que comprar ropa usada en ferias americanas era de 'mal gusto'. A ninguna fashionista se le hubiese ocurrido ir a buscar su próxima cartera a una tienda de usados. Quizás por el alza desmedida en los precios de la ropa nueva o por una mayor conciencia ecológica es que las ferias americanas hoy son espacios populares donde encontrar prendas y accesorios tan - o más - lindos que en las tiendas comerciales. 

Chaqueta de cuero comprada en el Mercado de San Telmo hace tres años. Me salió 200 pesos.


Botas texanas compradas en San Telmo hace dos años. Me salieron 150 pesos.


Blazer con glitter comprado en la feria americana de Anchorena y Santa Fé hace un año y medio, me salió 70 pesos.





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